Amanecen pájaros descalzos
en
la herida fantasmal de este muro,
delirio de tus labios de talismán
en la soledad
agazapada al murmullo
de antorchas
secretas,
atisbando el sol de nuevas
Constelaciones.
Un relámpago de
golondrinas
en el paisaje abismal de los
sueños
cubre la azul mortaja de las
horas
y se
adormece en tus brazos
el
perfume desflecado de mis alas
camufladas de
eternidad…
Mas en la morada de la
noche
un
susurro de mariposas furtivas
enhebra espejos de mar sobre mis huellas,
pintando
caracolas de espuma
en
el carruaje meridional
del huracán de tus pupilas.
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